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Tercer error: Dejarse llevar por las modas


El tercer error del que hablaremos a la hora de elegir fotógrafo para tu boda es dejarse llevar por las modas. Tanto si tú eres una fanática de la moda como si no, probablemente ya sabrás que las modas (si lo son) tienen siempre una característica muy concreta: se pasan. Si no se pasan, no son modas. Y esto, cuando hablamos de un acontecimiento llamado a ser recordado (y visualizado) durante muchos años, es importante tenerlo en cuenta.

Como casi todo, el mundo bodil está sometido también a los vaivenes de las modas. Las tendencias tanto en vestidos, como en peinados, como en decoración van cambiando y no sería raro que tú misma estuvieras perfectamente al día de lo que viene para esta temporada gracias a los blogs especializados, las revistas, Instagram, Pinterest, etc…

La fotografía de bodas tampoco se escapa de esto. Y no es algo que yo vaya a criticar, por supuesto, porque cada pareja es muy libre de hacer la boda que quiera, la que ha imaginado o la que más le apetezca hacer. Todo esto es perfecto... si eso es lo que realmente os gusta a vosotros. Si lo hacéis porque lo decidís vosotros, no porque ahora se lleva. Porque lo que hoy se lleva, dentro de unos años puede resultar un horror para vuestros propios ojos. Como digo más arriba, no olvides nunca que estás organizando un evento que se verá de nuevo muchas veces y a lo largo de muchos años.

Lo que hoy se lleva, dentro de unos años

puede ser un horror.

Esto, que se podría aplicar a casi todos los aspectos que componen una boda, es especialmente importante en relación a las fotos ya que estas serán de las pocas cosas que te quedarán de ese día durante muchos años.

Mi consejo es que estudies con detenimiento los diferentes estilos de fotografía de bodas que hay hasta dar con el que os encaja a vosotros. No te preocupes si piensas que no eres una entendida en fotografía. Lo que tienes que hacer es ver el trabajo de muchos fotógrafos, comparar y descubrir eso que tienen en común las fotos. No mires cómo va vestida la novia (bueno, míralo un poquito, pero no te quedes sólo con eso). No mires sólo el lugar de la ceremonia, las flores, los invitados, el novio… tienes que ver otros detalles más sutiles comunes en todos los reportajes de ese fotógrafo.

Te ayudo un poco: ¿Hace posar a los novios? (esto notarás por lo rígidos o naturales que parecen). ¿Miran a cámara o están a lo suyo? (si miran a cámara sabrás que están pendientes del fotógrafo). ¿Logra captar momentos fugaces? (ya sabes, esas cosas que suceden sólo en un segundo: un gesto, una miradita, algo que cae…). ¿Sus fotos parecen antiguas? (a veces parecen todas grises, con grano, como los carretes de antaño). Son sólo algunas pistas que te ayudarán a detectar diferentes estilos, pero hay muchos matices que harán que alguno te encaje más que otros.

Por ejemplo, si a vosotros os gusta el postureo es perfecto que elijáis un fotógrafo que hace los reportajes como si fueran sesiones de moda. Si os va el rollo posado retro quizá os guste aparecer firmes como palos en las fotos. O salir saltando los dos a la vez en muchas fotos, si sois muy dinámicos. Todo eso está muy bien... insisto, si es lo que os gusta de verdad a vosotros. Pero antes de tomar la decisión haz el siguiente ejercicio: intentar veros a vosotros mismos ¡dentro de 20 años! ¿Te ves a ti misma en esas situaciones? El tiempo da una perspectiva muy diferente de las cosas.

O si no piensa qué te parecen ahora esas fotos (tan frecuentes hace años) en las que la novia levanta delicadamente el pie hacia atrás mientras besa al novio. O esas en las que el novio al besar a la novia parece abalanzarse sobre ella agarrándola por la cintura mientras la novia se echa hacia atrás en forzada postura. ¿O la novia tirando de la corbata del novio? ¿No se ve ahora todo eso muy pasado de moda? Decide tú misma.

Pero cuidado, dejarse llevar por las modas no sólo es una cuestión de estética. Puede ser aún más grave.

A veces de forma inexplicable,

un fotógrafo se pone de moda.

Hay un fenómeno que se produce de vez en cuando que es que un fotógrafo se pone de moda. Si esto es así porque es muy bueno, porque es un artista como una casa, entonces genial. Pero a menudo no sucede por eso. A veces ocurre sin motivo aparente. Bien porque ha salido en los medios. O porque ha hecho el reportaje de alguien muy conocido. O por razones que nadie se explica. Pero no por la calidad de su servicio, ni su mirada creativa, ni su amabilidad, ni siquiera porque haga nada diferente de los demás. Hay parejas que se dejan llevar por estos fenómenos y se llevan el gran chasco. No sólo no les gusta el resultado sino que muchas veces han pagado más dinero del que pensaban.

Recuerdo el caso de una conocida que me contaba lo arrepentida que estaba de haberse dejado llevar por lo que se estilaba en su ciudad cuando ella se casó hace años. No porque le hicieran una birria de reportaje exactamente, sino porque ahora veía su álbum de fotos y no se identificaba nada con esos posados y el tipo de fotografía que hacía entonces el fotógrafo que contrataba todo el mundo. Sencillamente ella no se veía a sí misma reflejada en las fotos. Muy triste.

Para no caer en esto, no dudes en buscar diferentes opciones, en afinar tu gusto en este terreno, en informarte bien antes de decidir.

Antes de acabar, déjame insistir en esto: no estoy hablando de los fotógrafos que tienen mucho éxito porque son buenos. Eso es genial (y lógico). Hablo de los casos que nadie se explica, de lo que sucede sólo porque nos dejamos llevar por lo que hace todo el mundo. Que es muy diferente.

#opinion #consejos #novias

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