Con motivo de la celebración del Melting Point en Valencia, el encuentro internacional de Joyería Artística Contemporánea, estuvimos unos días en esa bella ciudad del Mediterráneo, casi desconocida para mi. El evento me dio la oportunidad de hacer fotografías muy diversas, la mayoría de joyas y exposiciones (aunque muy pocas de éstas las publico aquí), pero también de los ponentes y asistentes a las conferencias, los artistas que exponían sus trabajos, los compañeros que se reencontraban y, por supuesto, los rincones, calles y edificios de la ciudad.
Si os gusta la joyería contemporánea y queréis saber más sobre este evento bianual, podéis ir a este enlace: Verlanga.
Una de las ponencias más llamativas fue la de Joan Riusech, comisario de Alliages, galería de arte de Lille (Francia), quien me dio la oportunidad de captar imágenes con mucho carácter gracias a su expresividad.
Tanel Veenre joyero y profesor de Tallin, Estonia.
Jorge Manilla, joyero mejicano.
Tomás Palos, joyero de Tarragona.
Marianne Gassier, la conocida coleccionista de joyería contemporánea.
Piezas de Barbara Arnau y Rosa Gomis, clientas y amigas.
Eliana Negroni, de Milán (Italia) y Eva Perales, joyera y, en esta ocasión, genial traductora.
Las distintas exposiciones se encontraban repartidas por múltiples salas del centro de la ciudad.
Mar Sánchez, Rosa Gomis y Bàrbara Arnau, las simpáticas joyeras con las que compartí esos días.
En el famoso Solar Corona tuvo lugar una de las exposiciones, con piezas de los alumnos de la Escuela de Joyería de Valencia.
Kepa Carmona, EASD Valencia.
Antonio Sánchez EASD Valencia.
Restaurante Mimmo Cantina, un italiano en el que comimos muy bien y bien de precio. Muy recomendable.
En la Galeria Tossal se exponía la colección privada de Marianne Gassier, coleccionista francesa.
Pieza de Mar Sánchez.
Pieza de Mar Sánchez.
Gisbert Stach, joyero alemán.
Exposición de Joyas Sensacionales, un proyecto de Silvia Walz.
Heidi Schechinger, profesora en EASD Valencia.
Fabrika 12, un espacio creativo muy singular en el centro de Valencia.
Esta era la exposición de Jordi Aparicio. El espacio era tan singular como problemático para ser fotografiado. Se trataba de un antiguo refugio antiaéreo en los sótanos de Fabrica 12, iluminado tan sólo por un par de velas. Los visitantes debían acceder con linternas e iluminar ellos mismos las piezas expuestas. Fue para mi la propuesta más singular de todas las exposiciones que vimos. Y no sólo por su ubicación, sino por las originales obras de Jordi que siempre me resultan fascinantes.
Obras de Alchimia (Italia) expuestas también en la galería.
El Centro del Carmen acogía más exposiciones dentro del Melting Point.
Obra de Jorge Manilla, joyero mejicano.
