Seguimos con los artículos dedicados a los errores más frecuentes a la hora de contratar fotógrafo para la boda: no conocer suficientemente al fotógrafo. Este es otro error muy común. Es fácil olvidar que no estamos contratando fotografías para una empresa o un catálogo de productos, por ejemplo. Que una boda es un evento muy íntimo y que vamos a meter en nuestra casa y en nuestra familia a alguien que va a estar muchas horas a nuestro alrededor. Las fotos son muy importantes, pero la persona lo es todavía más.
Elige a alguien con quien te encuentres a gusto, que te transmita buen rollo, que te caiga bien. Evita al que te parece pesado, al que habla demasiado, al que demuestra poca paciencia cuando le haces preguntas.
Recuerda:
el fotógrafo es el profesional que más horas
va a estar contigo el día de tu boda.
Te aseguro que el día de la boda es fácil ponerse nervioso. Hay demasiado en juego, quieres que todo el mundo disfrute, que todo salga bien, que no llueva, que tu novio te vea impresionante. Si a ese estado de ánimo le sumamos un fotógrafo que está todo el tiempo diciéndote lo que tienes que hacer, que te hace esperar, que no calla, que te agobia… puedes pasarlo muy mal.
¡Y estos fotógrafos existen! (lo sé porque me lo han contado algunas parejas muy descontentas con su elección).
Mi consejo es que nunca contrates un reportaje sin conocer al fotógrafo. Pero ¡ojo! al fotógrafo que irá a tu boda. Está muy extendido entre algunos profesionales que haya uno, que es más conocido y suele ser el que da nombre a la marca, pero luego es otro el que va a hacer los reportajes. Alguien a quien no habías visto hasta ese momento. Pregúntalo.
¿Y cómo hago para conocer bien al fotógrafo? dirás. Bueno, si vives en la misma ciudad, ve a verle a su estudio u oficina. Si vives lejos de él, es fácil hacer una videoconferencia vía Skype, por ejemplo. Esto puedes hacerlo cómodamente desde casa y con tu chico al lado, para que opine también. Así también ahorras parte de tu valioso tiempo.
Respecto a las entrevistas, dedica un rato tranquilo a ellas. No es tiempo perdido. Hablad de varias cosas, aunque no sea exactamente de fotografía. Hazle las preguntas clave (que veremos en otro capítulo). Y sobre todo, deja que hable él. Esto puede darte más pistas sobre su forma de pensar, su forma de ser, su empatía, su paciencia, etc…
La sesión de preboda es una
buena manera de coger confianza
con el fotógrafo.
Algo fundamental para tener confianza con el fotógrafo el día de la boda es haber hecho una o varias sesiones de preboda. Además de conseguir bonitas fotos de vosotros mismos (¿sois de los que nunca se han hecho unas fotos de pareja decentes?), servirá para conoceros mutuamente y que todo fluya mucho mejor el día B. Por supuesto esto no sirve para hacer tu elección, sino para conocer mejor a quien ya has elegido.
Infórmate porque muchos fotógrafos no cobran estas sesiones aparte, sino que ya están incluidas en el precio del reportaje.
En definitiva, no se trata de que contrates a nadie por simpático. Por supuesto que tiene que ser capaz de hacer grandes reportajes que, además, habrán de encajar con vuestro estilo. Pero no podemos olvidar que la mayoría de nosotros no estamos acostumbrados a estar delante de una cámara (no, los fotógrafos tampoco). Y que según como sea la personalidad del fotógrafo, puede lograr que esos momentos no supongan tensión y nervios sino una experiencia agradable y divertida.
Piensa que al final no basta con tener fotos bonitas sino fotos que te recuerden momentos bonitos. Por muy espectacular que sea una imagen, si tú cada vez que la ves, te acuerdas de lo mal que lo pasaste en esos momentos intentando hacer lo que el fotógrafo quería, esa fotografía nunca será valiosa para ti.
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Fotografías realizadas por Toni Bonnin.